
Bueno, la serie va de un niño superdotado de 10 años llamado Negi que es aprendiz de mago y tiene que pasar una prueba para poder convertirse en mago, así que, como cabía esperar y es habitual, lo envían a un colegio femenino para que haga de profesor (estos japoneses que ya no saben qué inventar). En fin, que el colega llega allí, se pone a dar clases y, cómo no, todas las niñas se enamoran de él (el tema de la magia es algo más bien secundario).
Hay que destacar la gran cantidad de personajes con los que cuenta esta serie, ya que a pesar de tener sus correspondientes protagonistas principales cada una de las alumnas de la clase son protagonistas en algún momento.
Ya no recuerdo cuántos capítulos de esta serie vi con desgana y desinterés hasta que decidí dejar de verla y apartarla en un rincón. Es una serie de colegialas, todo niñas y un profesor que también es un niño, basada en amoríos de colegio. Sólo de pensarlo me da grima. Si no es porque me dijeron que al final cambiaba la cosa se habría quedado ahí para siempre. Y es cierto, tras retomarla de nuevo y hacia el final la serie da un giro de 180 grados y se vuelve más interesante, hasta hizo que me cayeran los lagrimones e incluso había algo de lección moral (que sólo venía a cuento con los últimos capítulos de la serie). Es decir, que si a esta serie le hubiesen quitado la mitad de capítulos para centrarse en la parte final habría tenido mejor nota.