Esta serie me ha gustado tanto que se la recomiendo a cualquiera, independientemente del tipo de series que le gusten. Al principio el estilo de serie "kawaii" unido a un tipo de dibujo demasiado infantil para mi gusto me hizo dudar, pero basta con ver un capítulo para darse cuenta de que es una serie de lo más divertida y entretenida, debido en gran medida al excepcional reparto de personajes.

En primer lugar nos encontramos con Koutarou Higuchi, un niño que vive sólo con su padre porque perdió a su madre al salvarle de un accidente cuando era muy pequeño. Una mañana al salir de casa se encuentra con su nueva vecina Misha, una curiosa muchacha que se pegará a él como una lapa durante toda la serie. Misha es una aprendiz de angel y aunque tiene un gran corazón es extremadamente torpe e impulsiva. Después conoceremos a los amigos de Koutarou: Koboshi, amiga de la infancia que está loquita por él, y Ayanokouji, guaperas del colegio que además destaca tanto en los estudios como en los deportes. Más tarde aparece Shia, una joven aprendiz de demonio bastante patética, con unos poderes muy pobres y demasiada bondad como para ser un demonio. Y por si no había bastante aparece Hiroshi Mitarai, un niño rico que tiene obsesión por derrotar a Ayanokouji y que se enamora de Misha, y su hermana Kaoru, que se enamora de Ayanokouji, quien a su vez está prendado de Shia.

Y se puede observar otra de las cosas que me hicieron dudar sobre la serie al principio: las relaciones entre personajes, que me hacían pensar en la típica pastelada basada en los amoríos y desengaños de alumnos de instituto (pero trasladado a niños de colegio, lo que me daba aún más grima y sobre todo tras haber visto Mahou Sensei Negima). Pero nada más lejos de la realidad, ya que estas relaciones son más de amistad que otra cosa, lo cual es un alivio.

Otra de las cosas que me han gustado de esta serie y que suelo valorar bastante es que además de divertirme y entretenerme me ha enseñado algo, ya que hacia el final trata sobre las consecuencias de enterrar los recuerdos dolorosos.

Y por último destacar el opening de la serie, que es de los que más me han gustado en bastante tiempo. Una música alegre y pegadiza unida a una imagen bien sincronizada y acorde con la música.